sábado, 22 de octubre de 2011

Big Leroy


New York, barrio del Bronx, día de verano, calor infernal. 


Dos sujetos entran en un departamento pequeño, caliente y húmedo, 
arrastrando a un muchacho musculoso por los brazos. 
Adentro, Big Leroy, un negro enorme, sudado, hediondo, con cara de mala 
gente, palillo en la boca, limpiandose las uñas con un machete de cortar 
cocos. 
Uno de los hombres dice: 
Oye Big Leroy, el jefe mandó decir que te culees a este cabrón... Dijo que 
es para que aprenda a no hacerse el matón con la gente del barrio. 
La víctima grita desesperada implorando perdón, diciendo que no se merecía 
tal castigo y como era posible que una persona le hiciera eso a otra Pero 
Big Leroy apenas mueve la cabeza, ignorando sus lamentos : 
- Pueden dejarlo ahí en ese rincón, yo me encargo de este hijo de puta 
dentro de un momento!
Cuando los dos hombres salen, el mozalbete continua lamentándose: Sr. Leroy, 
por favor, no me haga eso, déjeme ir, y yo no le digo a nadie que Ud. me 
dejó ir sin el castigo... 
Big Leroy dice: 
- Cállate la boca y quédate quieto ahí!




Cinco minutos después, llegan los dos hombres arrastrando a otro individuo: 
Big Leroy, el jefe mandó que le cortes las dos piernas y le saques los ojos 
a este sujeto para que aprenda a no robarse el dinero del jefe. 
Big Leroy con voz grave contesta: 
- Déjenlo ahí en ese mismo rincón, que ya resuelvo el asunto! 




Poco despues llegan los mismos hombres, arrastrando a un tercer tipo: 
- Big Leroy, el jefe dijo que le cortes la pichula a este huevón, para que 
aprenda a nunca mas meterse con la mujer del jefe. Ah!, y dijo que también 
le cortes la lengua y todos los dedos para que no exista la más mínima 
posibilidad que pueda tocar a otra mujer en toda su vida. 
Big Leroy responde con voz mas grave aun: 
Ya resuelvo eso también. Ponganlo allí en el rincón junto a los otros dos 
hijos de puta!




Cuando se retiran los hombres, el primer muchacho que había llegado se le 
acerca y le dice en voz baja: 




- Señor Leroy, con todo respeto, y sólo con el objeto que Ud. no se vaya a 
confundir, por favor no se olvide que yo soy el huevón que se tiene que 
culear!